En el seno del Partido Justicialista, no solo los sectores más tradicionales están cuestionando a La Cámpora. Ahora, un movimiento dentro del propio kirchnerismo está creciendo y buscando aislar y desplazar a Máximo Kirchner de su posición central, en favor de Axel Kicillof como nuevo líder. Según Sebastián Hadida, el objetivo de Cristina Kirchner al promover la candidatura de su hijo era tener más poder para llenar la lista de diputados nacionales de la provincia de Buenos Aires con miembros de La Cámpora. Esto generó enojo en la segunda línea del kirchnerismo, quienes se sintieron utilizados durante la campaña.
El principal exponente de este cambio de bando es el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés "Cuervo" Larroque, quien en el pasado había tenido conflictos con La Cámpora y Máximo Kirchner. Pero hay otros líderes que están buscando aislar a La Cámpora para que pierda su influencia en el ámbito K, como el diputado nacional Hugo Yasky de la CTA de los Trabajadores, los intendentes Jorge Ferraresi, Mario Secco, Julio Alak y Fernando Espinoza, el exministro de Obra Pública Gabriel Katopodis, y el dirigente del Suteba, Roberto Baradel.
En un discurso el sábado pasado en San Vicente, Larroque encendió la polémica al criticar a quienes cuestionan a Kicillof. También cuestionó la forma en que Cristina Kirchner ejerce su liderazgo, utilizando a miembros de La Cámpora para controlar al resto del peronismo K. Pero Mariano Recalde, senador nacional de La Cámpora, salió en su defensa y negó que estén tratando de socavar la autoridad del gobernador bonaerense. Además, señaló que no ha visto a ningún miembro del kirchnerismo cuestionando a Kicillof, pero sí a aquellos que critican a Cristina Kirchner.
La controversia continuó cuando otros líderes kirchneristas salieron en defensa de Kicillof, como Mario Secco y Hugo Yasky. Secco criticó a Cristina Kirchner por enviar mensajes a través de WhatsApp y a La Cámpora por su falta de acción. Por otro lado, Yasky opinó que es necesario dejar de hablar en clave y debatir abiertamente. Además, mencionó una reunión en Unión por la Patria en la que participaron alrededor de 30 diputados, ninguno de ellos de La Cámpora.
Las diferencias dentro del bloque se hacen cada vez más evidentes, ya que mientras algunos proponen intentar derrocar el DNU 70, La Cámpora prefiere no sumarse a acciones que puedan ser utilizadas en su contra. Durante muchos años, La Cámpora solía acusar a otros sectores de ser "tibios", pero ahora, con la moderación de Cristina Kirchner, esa situación se ha revertido.